Cuando uno analiza distintos textos en materia de clasificación de impuestos, es común encontrarse con que los impuestos pueden ser: directos o indirectos; personales o reales; proporcionales o progresivos; internos o externos, etc., obviamente las clasificaciones dependerán de lo que, a mi juicio, la imaginación permita.
Sin embargo, desde una perspectiva de como y quien paga el o los impuestos, a mi juicio, los impuestos son básicamente a la renta, ya que se debe contar con ellos para hacerles frente, independientemente del hecho gravado y/o momento en que debe pagarse el tributo.
Cualquiera que sea la actividad que se desarrolle cuando se generen los ingresos o rentas afectos habrá que pagar algún impuesto a la renta, si dicha renta se gasta habrá un impuesto a las ventas, pero con que se paga dicho impuesto con las renta que se está gastando; si se genera alguna inversión, a lo mejor en un bien raíz, en un auto, etc., también habrá que pagar impuestos por ello, esto es la contribución de bienes raíces, o el permiso de circulación, pero con que se pagan estos tributos, naturalmente hay que tener ingresos o rentas para solucionar estos impuestos.
Es probable que podamos seguir con muchos otros ejemplos, desde mi punto de vista llego a la conclusión que todos los impuestos son a la renta, en sus distintos estados, cuando se obtiene, cuando se gasta o cuando se invierte.
Excepcionalmente los impuestos son al patrimonio, esto es cuando hay que vender o enajenar parte del patrimonio para poder pagar, ya que no se cuenta con los recursos o ingresos para pagar el impuesto.
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